Briznas celestes muy lejanas
decoran de froma vetusta
el teatro celeste,
boceto sobre una de la madrugada
es cuando se relaja la vista y el cuerpo se adormece.
El viento de sureste
rezuma por los tejados,
un gato maúlla tristeza
con mirada resignada.
No queda cigarrillos ni güisqui en el vaso,
las nubes roban protagonismo de unos ojos cansados,
el gato desapareció entre las marañas de la noche
sin hacer conjuros ni traer malas brujas
Meláncolia abrumadora es el tedio de los solitarios
no estoy viendo las estrellas
sólo veo la torre de la iglesia y su tristeza,
no replican las campañas
solo se oye el tin y tan de castañuelas
que nublan la memoria de los recuerdos
que en día se añoran.
Las tres de la madrugada
los comediantes siguieron carretera adelanete
y yo sigo con el pleito del recuerdo
con solitaria comedia
que todas madrugadas
represento ente las estrellas.